Un software al que se accede desde la web y un dispositivo, que se instala en los automotores, es la oferta de Máxima Seguridad. Con estas herramientas se controlan los vehículos de los 700 clientes, que tiene esta empresa, que se fundó hace 11 años. Johnny Pozo es el propietario y responsable del diseño del sistema electrónico. Esta pequeña empresa ofrece servicio de rastreo y monitoreo satelital de vehículos, pero no solo enfocado en la recuperación del automotor, en el caso de pérdida, sino es un sistema más completo que ayuda a optimizar los recursos de los clientes. Es decir, se puede controlar el consumo de combustible, las paradas realizadas, los tiempos de entrega, la velocidad y otros indicadores. Por ello, el 95% de sus clientes es corporativo. Entre otros están Graiman, Hormipisos, Importadora Cumpleaños, Banco del Perno y entidades públicas como el Municipio de Cañar. Según Boris Palacios, gerente de Banco del Perno, el software es una herramienta importante para controlar las rutas de su flota de camiones en los viajes interprovinciales o recorridos en Cuenca. “Se puede saber con precisión dónde están los vehículos y los tiempos que les tomó cumplir con sus órdenes de trabajo”. Pozo dice que es un sistema automatizado que se controla a través de la web desde cualquier tipo de dispositivo como computador, celular o tablet. El funcionamiento es sencillo: en el automotor se coloca un pequeño dispositivo diseñado por Pozo y fabricado en China debido a los costos. A la web se ingresa con una contraseña para acceder a la información de forma ilimitada. “El principal objetivo es que el cliente haga los controles sin ningún tipo de restricción”, asegura Pozo. El personal de Máxima Seguridad realiza una capacitación para que los clientes hagan uso adecuado de esta herramienta. En la actualidad se ofrecen planes empresariales, básico y otros enfocados a negocios como los parqueaderos. Los costos oscilan entre los USD 250 al año por vehículo y los 420, más el Impuesto al Valor Agregado. En el plan más completo para las empresas se pueden realizar ajustes al monitoreo dependiendo de cada necesidad. “Por ejemplo, hay ocasiones que se necesita monitorear cuántas veces se abren las puertas posteriores de un camión. Al ser diseñadores podemos adecuarnos a las necesidades”. En los últimos seis años se han realizado mejoras en el software y en el hardware. “Además, obtuvimos los permisos de funcionamiento de la Superintendencia de Telecomunicación y la homologación de la Agencia Nacional de Tránsito”, detalla Pozo. En software se realizó un sistema completo para la web y se dejó de lado la instalación en los computadores, “que molestaba a los clientes cuando había actualizaciones”. En este cambio invirtieron más de USD 25 000. Al principio estaban concentrados en el Austro y llegaron al resto del país tras participar en una feria de seguridad que se realizó en Corferias de Bogotá, en el 2011. Accedieron a un programa para captar inversionistas. Allí, consiguieron dos distribuidores para Bogotá y Cali. Desde entonces, ellos vendieron 2 000 dispositivos en ese país. “Con eso también logramos que las empresas ecuatorianas se interesen por nuestros servicios”. Otros detalles La inversión inicial. Al principio Johnny Pozo tuvo como socios a Víctor Moncayo y Felipe Quezada, expertos en software y diseño web. USD 12 000 fue el monto inicial que desembolsaron en este negocio. Fueron financiados con sus ahorros. En la actualidad, solo queda Pozo. El personal. Máxima Seguridad tiene cuatro oficinas en el país. En la de Cuenca trabajan cuatro personas, entre vendedores y administrativos. En las dos que hay Quito suman seis empleados y en la que funciona en Guayaquil trabajan cinco.
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FUENTE: EL COMERCIO